©ANDREAS FRANKE
Históricamente, se han visto representaciones de diferentes clases y materiales sobre los océanos y mares. Esto es símbolo de reconocimiento de un elemento: el mar, como un bien a ser recordado y retratado. Ejemplos claros pueden ser La gran ola de Kanagawa, de Katsushika Hokusai, la inmensa producción artística de Sorolla, en la que trata de recoger la belleza de la luz proyectada sobre el mar Mediterráneo; o el caso de JAN de VLIEGHER, quien presenta una visión contemporánea del paisaje marino. De ello, aflora una tradición que, a día de hoy, sigue despertando un gran interés.
Estos son algunos artistas contemporáneos cuyos proyectos se hallan cargados de sentimentalismo y apego hacia las aguas del mundo, insistiendo en la responsabilidad y compromiso que tenemos para su preservación:
La portuguesa Vanessa Barragão denuncia, a través de sus creaciones, hechas a partir de lanas recicladas, la creciente polución que sufren nuestros océanos, derivada especialmente de la industria textil. Sus obras, llenas de volúmenes y colores, se inspiran en estructuras de coral.
En la colección Geri Coral, por ejemplo, la artista buscar representar “un nuevo comienzo” después de una larga batalla. Geri es un coral blanqueado que lucha por mantenerse con vida. Los colores revelan su victoria, fuerza y voluntad de vivir y prosperar”.
También centrada en los corales, Courtney Mattison crea obras escultóricas y de gran escala que tratan el cambio climático a través de la frágil belleza de los arrecifes.
Según dice la propia artista, “como escultora con experiencia en políticas de conservación marina, creo que el arte impacta en nuestras emociones y puede llevarnos a valorar el planeta azul en el que vivimos de una manera en la que los datos científicos a menudo no pueden”. Mattison también asegura que “el arte puede traer la belleza, y visualizar el peligro de los arrecifes de coral puede inspirarnos a proteger el océano”.
Angela Haseltine Pozzi empezó a involucrarse en la protección de los océanos cuando notó un incremento de la polución marina en la zona donde vivía. Con la ayuda de cientos de voluntarios locales empezó a organizar limpiezas de playas y a usar los escombros y residuos que recogían para construir esculturas gigantes de los animales marinos más afectados por la contaminación.
“A medida que las playas de todo el mundo arrastran más cosas de la tierra y menos del mar, creo que debemos examinar nuestra relación con los ríos y los océanos. Intento recoger parte de lo que hay debajo de las aguas azules y colocarlo frente a nosotros” afirma en su web la artista estadounidense.
Desde 2005, el Wavescape Surf & Ocean Festival organiza el Wavescape Art Board Project, una iniciativa que desde su creación ha recaudado miles de euros, destinados exclusivamente a organizaciones benéficas dedicadas a la protección y conservación del océano.
El Wavescape Art Board Project invita cada año a diferentes artistas a convertir tablas de surf en arte. Escultores como el sudafricano Brett Murray han participado en el proyecto.
Las imágenes siempre tienen un gran poder para enviar un mensaje claro y contundente. Sobre todo, si el objetivo es denunciar la preocupante situación de los océanos por culpa del uso del plástico. El fotógrafo austriaco, Andreas Franke, montó una exposición de su obra en un antiguo buque de la segunda guerra mundial, hundido a 27 metros bajo el agua. Los visitantes sólo podían acceder a la exposición buceando.
El origen de esta idea artística fueron las imágenes que captó el fotógrafo, amante del buceo, de 24 personas entre un mar de plásticos. Su mensaje de denuncia era mostrar que todos ellos se estaban ahogando rodeados de la presencia de este material que tanto daño está causando a los océanos. Las fotografías se instalaron bajo el mar, aprovechando la presencia del buque hundido, para recordarnos los retos que tenemos por delante en materia medioambiental.
Studio Thinkinghand, un dúo artístico conformado por Rhoda Ting (nacida en 1985, AUS) y Mikkel Dahlin Bojesen (nacido en 1988, DK), tiene su sede actualmente en Kalvehave, Dinamarca. Sus obras exploran la escucha, la relación y la co-creación con especies no humanas, revelando historias, inteligencias y formas de vida más allá de la perspectiva humana. Al integrar ciencia, tecnología e industria, su trabajo investiga posibles futuros especulativos y busca maneras de avanzar afirmativamente más allá del antropoceno. Inspirados en corrientes contemporáneas posthumanistas y eco-filosóficas, buscan reexaminar la forma en que los humanos participan en la compleja red de interconexión planetaria. Vislumbran un futuro queer de coevolución y adaptabilidad, desafiando las divisiones binarias entre Naturaleza y Cultura, lo orgánico y lo sintético, así como lo puro y lo salvaje. Además, Studio Thinkinhand ha sido seleccionado para la edición 2023-2024 del programa EMBracing the Ocean de junto a Sonia Levy.
NEVERCREW es un dúo de artistas suizos compuesto por Christian Rebecchi (Lugano, 1980) y Pablo Togni (Bellinzona, 1979). Desde 1996, su trayectoria artística se ha desarrollado principalmente en el contexto del arte urbano con la realización de murales, instalaciones y esculturas. Su trabajo toma forma en todo el mundo y gira en torno al concepto de comparación conectado a la relación entre la humanidad y la naturaleza, así como entre la humanidad y los “sistemas”, con un enfoque en temas ambientales y sociales.
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THE SEA AS ARTISTIC INSPIRATION
Historically, representations of different kinds and materials have been seen on the oceans and seas. This is a symbol of recognition of an element: the sea, as a good to be remembered and portrayed. Clear examples can be The Great Wave of Kanagawa, by Katsushika Hokusai, the immense artistic production of Sorolla, in which he tries to capture the beauty of the light projected on the Mediterranean Sea; or the case of JAN de VLIEGHER, who presents a contemporary vision of the marine landscape. From this, a tradition emerges that, to this day, continues to arouse great interest.
These are some contemporary artists whose projects are charged with sentimentality and attachment to the waters of the world, insisting on the responsibility and commitment we have for their preservation:
VANESSA BARRAGÃO
The Portuguese Vanessa Barragão denounces, through her creations made from recycled wool, the increasing pollution suffered by our oceans, especially derived from the textile industry. Her works, full of volumes and colors, are inspired by coral structures.
In the Geri Coral collection, for example, the artist seeks to represent “a new beginning” after a long battle. Geri is a bleached coral struggling to stay alive. The colors reveal her victory, strength and will to live and thrive.”
COURTNEY MATTISON
Also focusing on corals, Courtney Mattison creates large-scale, sculptural works that address climate change through the fragile beauty of reefs.
As the artist herself says, “as a sculptor with a background in marine conservation policy, I believe that art impacts our emotions and can lead us to appreciate the blue planet we live on in a way that scientific data often cannot.” Mattison also asserts that “art can bring beauty, and visualizing the danger to coral reefs can inspire us to protect the ocean.”
ANGELA HASELTINE POZZI
Angela Haseltine Pozzi became involved in ocean protection when she noticed an increase in marine pollution in the area where she lived. With the help of hundreds of local volunteers she began organizing beach cleanups and using the debris and waste they collected to build giant sculptures of the marine animals most affected by pollution.
“As beaches around the world wash up more things from the land and less from the sea, I think we need to examine our relationship with rivers and oceans. I try to collect some of what lies beneath the blue waters and place it in front of us” states the American artist on her website.
ARTBOARD
Since 2005, the Wavescape Surf & Ocean Festival has been organizing the Wavescape Art Board Project, an initiative that since its inception has raised thousands of euros, destined exclusively to charities dedicated to the protection and conservation of the ocean.
Every year, the Wavescape Art Board Project invites different artists to turn surfboards into art. Sculptors such as South African Brett Murray have participated in the project.
ANDREAS FRANKE
Images always have a great power to send a clear and forceful message. Especially if the objective is to denounce the worrying situation of the oceans due to the use of plastic. Austrian photographer Andreas Franke set up an exhibition of his work in an old World War II ship, sunk 27 meters underwater. Visitors could only access the exhibition by diving.
The origin of this artistic idea was the images captured by the photographer, a diving enthusiast, of 24 people in a sea of plastics. His message of denunciation was to show that all of them were drowning surrounded by the presence of this material that is causing so much damage to the oceans. The photographs were installed under the sea, taking advantage of the presence of the sunken ship, to remind us of the challenges we face in environmental matters.
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