Es un hecho latente que el medio marino está cada vez más tristemente amenazado, tanto por el propio paso del tiempo, como por la evolución de la vida social y económica. Si además consideramos que el deterioro o la desaparición de un bien del patrimonio cultural y natural constituye un empobrecimiento nefasto del Patrimonio de todos los pueblos del mundo, esta pérdida toma una mayor gravedad y requiere de unas medidas de acción paliativas contundentes e inmediatas. La procrastinación en este momento es contraproducente.
Son muchos los estudios realizados e infinitos los informes sobre la situación del medio marino, coincidiendo todos ellos en que cada día se va deteriorando más. Los riesgos actuales convergen en un origen común: EL SER HUMANO.
A pesar de que somos los causantes no somos capaces de revertir esta situación, no porque no tengamos conocimiento de ella, sino porque no somos conscientes del excepcional valor cultural e histórico del medio marino, porque no queremos renunciar al progreso, a la innovación, al bienestar…
La protección y el conocimiento del Patrimonio Cultural y Natural Marino es en muchos casos insuficiente dada la magnitud de los medios que requiere y la insuficiencia de los recursos económicos, científicos y técnicos con los que se cuentan; por lo tanto sería más que conveniente que se pudieran adoptar las recomendaciones ofrecidas por la UNESCO en el año 1972 cuando se celebró la 17ª reunión de la Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural, de la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Estas recomendaciones junto con otras convenciones y resoluciones internacionales existentes en favor de los bienes culturales y naturales, nos dan a entender la importancia que tiene para todos los pueblos del mundo, la conservación de estos bienes únicos e irremplazables y por lo tanto cualquier esfuerzo a realizar siempre va a merecer la pena.
“No hay más ciego que el que no quiere ver”
Además y si consideramos la amplitud y la gravedad de los nuevos peligros que les amenazan, incumbe a la colectividad social entera participar en la protección del patrimonio cultural y natural, prestando una asistencia colectiva eficaz, organizada y según métodos científicos modernos.
Nos cuesta proteger lo que no conocemos.
Para poder acometer este cambio y mejora en la percepción de este valioso bien inmaterial como es la cultura marina, lo cual ayudará en su conservación y progreso, se hace imprescindible la labor de la difusión del conocimiento haciendo hincapié en un tramo fundamental de la sociedad: la infancia y juventud.
La obligación de identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras el patrimonio cultural y natural situado en nuestro territorio, debe ser de máxima prioridad.
Con objeto de garantizar una protección y una conservación eficaces y revalorizar lo más activamente posible el Patrimonio Cultural y Natural Marino es necesario adoptar una política general encaminada a atribuir una función tangible en la vida colectiva de la sociedad, a integrar su protección en los programas de planificación general educativos, e instituir servicios de conservación y revalorización y facilitar y fomentar la difusión del mismo.
La educación y divulgación en la edad infantil sobre la situación actual del medio marino, es sin lugar a duda uno de los recursos más importantes de los que dispone la sociedad actual para intentar revertir el estado de nuestros mares, sembrando una semilla cuyos resultados se pueden ver a medio plazo. Además los “mayores” son el espejo de los más pequeños y estos sí que pueden con sus actos contribuir a una mejora de la situación del medio. Tal como las anteriores generaciones han disfrutado de actividades y obtenido beneficios del medio marino, se debe concienciar a la población en general para que sus acciones posibiliten el disfrute de ese medio en el futuro. Los PROGRAMAS EDUCATIVOS, programas formativos, informativos, de difusión, o la gamificación de contenidos, son herramientas de incalculable valor a través de las cuales se puede llegar a estimular a nuestros menores en el aprecio por su Patrimonio Cultural y Natural Marino.
Desde la Cátedra UNESCO Forum Universidad y Patrimonio Cultural de la Universitat Politècnica de València, a través del proyecto OCEAN ART y con la inestimable ayuda de investigadores universitarios y profesionales externos, queremos aportar nuestro granito de arena, difundiendo todo este patrimonio con rigor, imaginación y contenidos de calidad.
OBJETIVOS
El objetivo principal de este proyecto es hacer llegar a la infancia y juventud en primera instancia, y al resto de la sociedad también y por extensión, información valiosa sobre el Patrimonio Cultural y Natural Marino tangible e intangible, de manera fácil y eficiente para que lo conozcan, lo valoren y se fortalezca el lazo entre ambos, lo cual sin duda repercutirá a medio largo plazo en un mayor respeto y cuidado de los mares y los océanos.
Objetivos secundarios:
- Que nuestros menores conozcan cuales son las amenazas que acechan a nuestro Patrimonio Marino y que sus educadores sean conscientes de la importancia de incorporar de manera cotidiana y accesible todos estos conocimientos en su actividad docente, tal y como la UNESCO recomienda.
- Ser capaces de llevar a cabo acciones que entren en consonancia con los ODS de la UNESCO.
- Que nuestros menores tomen conciencia de que son los principales actores en el proceso de recesión de esta demoledora situación. Y que en sus manos está el iniciar este cambio.
- Explorar nuevas formas de difusión del patrimonio marino entre nuestros menores, desarrollando guías didácticas, la gamificación, etc. y que puedan ser incorporadas en los centros educativos de manera fácil y accesible.
- Que amplíen su horizonte de conocimiento del Patrimonio Marino y que aprendan de nuestros antepasados.
- Poner en valor a los profesionales del mar, su historia milenaria y tradiciones, como grandes conocedores de las entrañas de este medio que tienen en sus manos, mantener los recursos y potenciar su defensa y que pueden colaborar en la divulgación de la necesidad de preservación y respeto. Fomentamos el empoderamiento de la juventud.
